GATO PERSA, LA MUCA INSANA



miauuuuuuuu

domingo, 8 de noviembre de 2015

Mi Beno

Yo no recuerdo a Beno. Pensaba que no lo conocía, y él también primero dijo eso. Aunque en realidad no dijo eso. Dijo “Nunca nos encontramos en ninguna vida anterior”, lo cual es cierto. Pero no dijo la verdad, que nos conocimos en el astraloide. Hace mucho, mucho tiempo. Más incluso del que yo creía.
En esta vida apareció de la nada, en Julio, creo, antes de mi cumpleaños, habían pasado un par de cosas, que Benny había resultado ser mi hijo almático, así que no me podía casar con él, que teníamos una sospecha de quién era el papá de Benny, y que tenía que ver con una cosa  que le echaron la culpa al Tontio hace años, y yo pensaba que Daya me mandaba a este sicario astraloide como guardaespaldas, para que me proteja por si acaso, y que le estaría pagando o le pagaría después por el servicio.
Luego el 22 de agosto estaba pactado el día de mi traspaso. Que sí, me traspasaron como si fuera un bien mueble. Porque así son los mexicas del mal, una esposa viene siendo un bien traspasable. Y ya que no existe el divorcio, mi pinche zopilote me traspasaría a otro fulano esa fecha. El fulano en primera instancia sería el vil calamar, cosa que yo quería evitar. Así que había negociado que me ayudara el Berner, una cosa solo simbólica, para que yo pudiera seguir haciendo mi vida en paz. Pero poco antes de esa fecha vino la Daya a decirme que me traspasaban con Beno. Mi adorada madre Daya, había hecho un contrato con Beno, porque una además de bien traspasable, es bien negociable, te das cuenta?, y había arreglado que por lapso de un año, el susodicho sería mi próximo esposho astraloide.
Y neta, al principio me daba un poco igual. Me dije, ok, el tipo está haciendo una chamba, ni siquiera se quedará por aquí seguramente. Pero él se quedó. Y se siguió quedando. Y qué quieres, una se acostumbra, aunque nunca antes había pensado en él, una se acostumbra a tenerlo cerca, a su voz de hombre lobo sexy, a su sonrisa con hoyuelos y sus ojos de bestia salvaje. Y le agarras cariño, porque es super dulce, y te hace reír, como cuando te habla con acento mexicano y no le sale, porque se sigue escuchando caribeño, y al final más parece colombiano que otra cosa. Y entonces una comienza a hacerse la idea, ¿ y si me lo quedo?, como si el maromo éste fuera un cachorrote que te siguió a casa un día.
Y es entonces recién que comienzan a saltar los peros. Pero, este tío es un criminal, es un sicario de la mafia de Mithra, ha matado gente, viste tú? Y se ha querío salir de la organización, y de perdida, hizo mal su último trabajo a propósito, y ahora todo el mundo estaría yendo tras su cabeza, sino fuera porque, mira tú qué suerte, se ha casado con una y eso le ha otorgado una cierta protección. Y sabes qué? Que ese pero no me jode tanto como el que se deriva de él.
Pero que este tío no te quiere, ni te va a querer, que se ha casao contigo, Lucita, pa zafar cuerpo de lo que lo están persiguiendo, y si se queda y se te pone cariñoso y te trata bonito y te cuida y te dice que te ama y tal, es porque quiere que le renueves matri cuando acabe su contrato, porque literalmente, se le va la vida en ello.
Y entonces pasa, que una no le cree al tipo nunca más, ni lo que come. Que le quieres, porque ya fuiste, estás jodidamente encariñada con él. Y le recordaste!, le recordaste tú con 13 años (años astraoides), siendo una criaja malcriada y lanza mal, estilo la Matilda de El profesional, y tirándole los tejos con la furia de un volcán, porque él a los 27 te parecía el mino más papi que habías visto en tu vida. Pero él ya era sicario a los 27. El, ya era un sicario incluso a los 19.
Y entonces pasa, que él se esfuerza y se frustra, porque te quiere hacer entender que neta te quiere, o eso pretende que una crea. Y él se da cuenta que una le ama, que no quiere dejarlo, especialmente porque si lo deja, al otro día estarán muerto y luego de muerto posiblemente termine en un pozo del infierno para toda la eternidad, o alguna lindeza de esas. Y debe ser frustrante verdad, saber que una mujer te ama, pero no te cree un carajo, y por eso no baja las defensas, porque pasa todo el tiempo desconfiando.
Y es que primero me mandó al Keyser, su best friend, que es un amazing fucking buen actor, a tantearme con una historia de ficción, a ver que tanto quería yo a Beno y qué tanto estaba dispuesta a hacer por él. Y el resultado es alarmante. Yo lo quiero mucho, pero no estoy dispuesta a hacer ni mierda por él, porque tengo la creencia que él no me quiere, y demostrar amor para mí es ser débil y dejar la puerta abierta a que hagan daño.

Ayer hablé con el calamar. Al final, le llamé porque es la persona que mejor me conoce, y es absurdo, pero últimamente me da buenos consejos y todo. Le dije el problema y me respondió. Vos parece que nunca vas a cambiar. No creés que nadie te quiere, porque en el fondo pensás que no lo merecés. Y entonces, para defenderte, anticipando que la gente te engaña para hacerte daño, destruís tu amor desde dentro y lo corrompés. A mí solo podías devolverme un sentimiento envenenado, lleno de desconfianza y agresividad. Y como yo no soy mucho mejor que vos, lo recibía así, y lo aguanté así, vida tras vida, porque era lo único que sabés dar vos y te lo devolvía igual. Porque ése era el único tipo de relación que podía alguien como yo tener con alguien como vos.
Ahora, con tu marido, al menos no le demostrás agresividad, no le insultás ni le hablás con ironía. Supongo que eso es un avance. Pero sabés qué? Creéle. Dejá de defenderte y creéle. Qué gano yo aconsejándote eso? Pero sé lo que acabas de pensar. “Me lo decís para que arruine mi vida, porque me odiás, para vengarte de mí, por casarme con otro” ¿sí o no?. De eso estoy hablando Lucecita!! Vos sabés, y lo sabés bien, que yo no te odio, y por eso estoy aquí hablando con vos, en primer lugar. Pero tratás de buscar donde está la trampa. Y tratás de buscar donde está la trampa en todo lo que dice tu marido. No le das ninguna oportunidad a nadie. Y por eso pensás que nadie nunca te ha amado, y eso te hace sufrir muchísimo, pero tal vez alguien lo hizo, pero voz jamás lo creíste. Y sí seguís haciendo lo mismo, la gente se seguirá dando por vencida contigo.