Cassettes antiguos

Ayer rebusqué mi caja de cassettes antiguos, me dio la nostalgia por los cassettes piratas de Adita (Hatfull of hollow de The Smiths, Appetit for destruction de Guns n’ roses, Ave de paso de Voz propia), recuerdo que pensaba devolvérselos aún cuando habían sido un regalo, pero les había agarrado tanto cariño que no pude. Los escuché en la mañana de hoy y me dio por llorar escuchando These things take time:
Oh, the alcoholic afternoons
When we sat in your room
They meant more to me Than any,
than any living thing on earth
They had more worth
Than any living thing on earth
On earth, on earth, oh ...

You will leave me behind
You will leave me behind

Así que buscando algo que me animé, encontré mi recóndito cassette de La ley!. OMFG!, si me paso la vida hablando de pop rock en español y hasta ahora nunca se me ocurrió comentar que yo fui fan de La Ley allá por el año 2000 cuando se pusieron de modita por aquí. Recuerdo que en ese tiempo pensaba que Beto Cuevas tenía el cabello más cool , los ojos más magnéticos y la voz más sexy del mundo mundial. Jajaja, eso me puso de buen humor al toque! Recordé que recortaba sus fotos y entrevistas del periódico y las guardaba en un cajón, y que el primer concierto que fui en mi vida fue de La Ley en 2002, la gira del unplugged. Y que había dejado de ir al concierto de Miguel Bosé porque preferí ver a Beto Cuevaaaaas!!!... como le quería entonces… Y que cuando hizo una versión de Te necesito con Eva Amaral, yo pensaba, “Qué hace mi Beto ahí, flacuchenta horrible, aléjate de él!” juas juas. Y ahora Eva es mi princesa dragoncita y Beto Cuevas ni sé en qué andará el tipo ni me importa demasiado (Tiene la edad del burro!, ojalá que esté mejor conservado)

Pero La ley si me gustaba, tenía varias de esas canciones pastrulas sobre viajes astrales, reencarnación y más allá, tiradas de los pelos pero con ondita mística (Prisioneros de la piel, día cero, eternidad, fuera de mi, etc) y las canciones sexys, claro (El duelo, delirando, Animal, etc). Ahora que las vuelvo a escuchar me dan no se qué, pero me siguen gustando. Me bajé los discos antiguos, porque cuando se pusieron de moda por aquí ya estaban en decadencia. Mañana ya los escucharé. Por los buenos tiempos.