El trastorno evitativo es una limitación dura de vencer en esta vida, hace que las cosas que parecen fáciles para los demás a una le cuesten un mundo; que lo que los demás hacen sin pensarlo, a una le dé miedo y tenga que reunir entereza para atreverse a hacer, o simplemente termine por no hacerlo porque el miedo te aniquila y luego te quedas allí frustrada, pero a salvo. Porque evitar es la única forma que conoces de que no te ataque la ansiedad, el miedo y el stress, porque esas 3 cosas te provocan una sensación de querer morirte en ese instante que es insoportable.
La gente y hasta los psicólogos no se ponen de acuerdo en si el trastorno evitativo y la fobia social son o no la misma cosa. Yo podría decir que la fobia social, como toda fobia tiene un comienzo abrupto (un día estás bien y de pronto tienes fobia), sus reacciones físicas son marcadas, pues puede presentar el clásico ataque de pánico (aceleración ritmo cardiaco, palpitación, sudoración, ahogo, etc) y que puede mejorar bastante gracias al típico tratamiento conductual aplicable a fobias, además, que se restringe a situaciones sociales, es decir a relacionarse con otras personas.
En cambio el trastorno evitativo, como todo trastorno de la personalidad, tiene un origen precoz y está estrechamente vinculado a la persona, no es una enfermedad que vino sobre él, es su tipo de personalidad, algo que aún bajo tratamiento es difícil de modificar, en muchos casos permanente. El trastorno evitativo tampoco suele presentar reacciones físicas, excepto en casos graves, y según yo, que lo padezco, no se restringe solo a situaciones sociales. Un evitativo encuentra ansiedad en todo lo que es nuevo y está fuera de su control; especialmente si se trata de relacionarse con personas, pero también en actividades no sociales; como cambiar de casa, ir de viaje, salir hacia un lugar que no conoce, tomar una nueva línea de bus o que le cambien de sitio.
Yo no soporto bien los cambios, por mínimos que sean, los cambios me estresan, me dan dolor de cabeza y si son muy profundos, puede que llore y me deprima. Pero aún cosas muy pequeñas me perturban. Estar por un barrio que no es el mío y decidirme a entrar a una bodega que no es en la que siempre compro, me estresa. Contestar el teléfono de otra persona, porque está ocupada y me pide que le coja la llamada, me estresa. Joder, contestar mi propio celular me estresa, por eso casi no lo uso, solo cojo las llamadas de mis familiares y las mucas.
Ir en taxi me estresa de una forma que hasta me duele físicamente. Ir en colectivo me estresa un poquito menos. Pedir un plato que no conozco en un restaurante me sugiere niveles de stress muy altos, si el restaurante es de pescados o un chifa simplemente no lo hago. Ir al mercado me estresa, por eso voy al super en donde puedo coger yo misma las cosas sin hablar con nadie. Pedir información cuando estoy perdida me estresa más que estar perdida. Hacer trámites burocráticos me pone mala un día antes. Sacar plata del banco me estresa en proporción directa a la cantidad de plata. A veces he tenido que ir 3 o 4 veces para terminar de sacar mil soles.
Pedir que me cambien un billete o moneda que está feo me estresa, pero pedir una devolución o cambio en una tienda me pone mala desde el día anterior. Pedir permiso en el trabajo me estresa, pedir mis vacaciones me estresa desde el día anterior. Pedir un aumento me estresa a un nivel que la sola idea me hace llorar y no puedo hacerlo. La idea de cambiarme de chamba me genera una desolación que me hace pensar en el suicidio. Salir de viaje me estresa, porque no estoy en casa y todo es nuevo y es fácil que me pierda o que me roben o me estafen. Cambiarme de barrio también es una idea que no me gusta. Haber salido de mi casa casi me mató y no me fui más que a un par de cuadras.
Hablar delante de público me estresa en proporción inversa de cuanto me gusta el tema. Más me gusta, menos me estresa. Pedirle a alguien que me busque un dato me estresa, pero que alguien tenga que hacer una chamba extra por mi culpa hace que me ponga mala.
Yo he podido salir de virgen recién a los 29 años, primero porque yo no salgo con nadie, porque me da roche, siento que nadie querría salir conmigo y por eso no lo intento. Pero me dio la crisis de la base 3 y como el espía se tomó con soda todas mis excusas y mis paranoias e intentos de huída, porque yo no podía tampoco estar con un chico, porque eso significa confiar en otra persona, y afrontar cosas fuera de mi control y hacer algo que nunca había hecho y me daba terror, así que huía cada vez que la situación se ponía sospechosa.
Con “ponerme mal” describo una sensación de desazón, tristeza y vergüenza que me merma fuerzas tanto mental como físicamente.
Como comprenderán, vivir así es una especie de tortura diaria, pero como todo se va aprendiendo. Una va aprendiendo a afrontar esa sensación mala y aguantarla para poder hacer las cosas que tienes que hacer para vivir como la gente, pero a veces esa sensación agobiante llega a ser tan intensa, que ya no te vale la pena afrontarla sino evitarla. Por eso yo prefiero la rutina, aunque la rutina me aburra. Los cambios tengo que irlos introduciendo de muy poquito. Las cosas que me suelen recomendar para que no me aburra como sal, busca otras personas, métete a un curso o vete de viaje, para mí son generadores de stress y por consiguiente de miedo, desazón y tristeza. Tengo que hacerlas, sí, pero de a poquito. Yo nunca voy a ser una persona sociable o dinámica, ya tengo bastante con luchar con esa sensación fea y dolorosa todos los días, para conseguir tener una vida casi normal.
Trastorno de la personalidad evitativa (descripción y síntomas)
Este se caracteriza por baja autoestima, temor a la evaluación negativa y una abstinencia conductual, emocional y cognoscitiva de la interacción social. En la terapia, las personalidades evitativa expresan poco afecto, aceptación y amistad.
El temor al rechazo desempeña un papel clave para que estas personas se alejen de las relaciones personales. No establecen una relación a menos que la otra persona les ofrezca una garantía poco común de aceptación sin critica.
El conflicto que experimentan es por desear afecto y, al mismo tiempo, dudar de la aceptación que tendrán por parte de los demás. No parecen ser capaces de liberarse de la creencia de que cualquier intento de amistad terminara en dolor y desilusión.
Están atrapados entre el deseo del contacto humano y el temor que éste le provoca.
Los individuos que padecen este tipo de trastorno parecen tímidos y aislados, y quizás también fríos y extraños, para aquellas personas que tienen un contacto superficial con ellos.
Un mecanismo de control que los individuos con trastorno de la personalidad evitativa, son propensos a utilizar la hipervigilancia.
Evalúan en forma continua todos sus contactos con los seres humanos para encontrar señales de decepción, humillación o reacciones negativas. Como resultado de ello son capaces de detectar el más mínimo rastro de indiferencia o molestia, hacen tormentas en un vaso de agua.
Sin embargo está técnica de revisar continuamente el entorno, es autodestructiva porque aumenta la probabilidad de que encuentren la clase de respuesta negativa que esperan.
Las personas con este tipo de trastorno, tienden a exagerar los peligros potenciales de ciertas situaciones; por ejemplo, suelen negarse a utilizar autobuses o cualquier otro tipo de transporte público aunque otros individuos no duden de su seguridad.
La vida de las personas que sufren este tipo de trastorno, está controlada por el temor a parecer absurdo o sentirse avergonzado.
Una consecuencia desafortunada de este retraimiento para el contacto con los demás y las experiencias nuevas, es que les queda más tiempo para preocuparse por sus propios pensamientos y para recordar experiencias dolorosas anteriores.
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad evitativa
Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que padece un trastorno de la personalidad evitativa:
Se anticipa y preocupa por lo que lo rechacen o critiquen en situaciones sociales.
Tiene pocos amigos, a pesar que desea tenerlos.
No está dispuesto a involucrarse con la gente a menos que esté seguro de que va a agradar.
Evita las actividades sociales o de trabajo que comprenden un contacto interpersonal significativo.
Inhibe el desarrollo de las relaciones intimas (a pesar de que las desea) por el temor a parecer absurdo, al ridículo y a sentirse avergonzado.
Posee poco valor personal porque percibe en si mismo falta de aptitudes sociales y de cualidades de atractivo personal.
Por lo general, se niega a participar en situaciones o actividades nuevas por el temor a sentirse avergonzado.
Trastorno de personalidad por evitación
1. Se caracteriza por ansiedad social extrema.
2. Las personas con este trastorno a menudo se sienten inadecuados, evitan las situaciones sociales, y buscar puestos de trabajo con poco contacto con otras personas.
3. Los evitadores tienen miedo de ser rechazados y se preocupan por ponerse en situaciones embarazosas frente a otras personas.
4. Exageran las dificultades potenciales de las nuevas situaciones para racionalmente evitarlas.
5. A menudo, se crean mundos de fantasía para sustituir a la real.
6. A diferencia del trastorno esquizoide de la personalidad, los evitadores anhelan las relaciones sociales sin embargo, sienten que son incapaces de obtenerlas.
7. Con frecuencia se deprimen y tienen baja autoestima.
8. Hacia los demás parecen auto-involucrados y hostiles.
GATO PERSA, LA MUCA INSANA

miauuuuuuuu
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5 comentarios:
OMG... El emperador está desnudo!!!
Amiga, has medio desnudado tu corazón y eso es LA COSA MÁS DIFÍCIL DEL MUNDO!!! Y así, lo has hecho de frente, sin los rodeos y vueltas q das entre post y post, es valiente y te admiro por eso!
El q lo hagas tmbn me da pie para pensar q quieres cambiar porq el hecho de vivir en una burbuja te limita para cien cosas q quisieras hacer pero no te atreves porq, como dices, el mismo y sólo hecho, te stressa muchísimo... y prefieres la rutina, pero la rutina te ahoga... el punto es q quien sabe cuántos años más te falten por vivir y no puedes hacerlo prisionera de ti! tienes dejar salir a la luz q en ti tienes encerrada y q quiere vivir...
por qué no empiezas con pequeñas cosas??? si te stressa caminar hasta una tienda desconocida, no lo hagas de frente, primero da unos pasos hacia allí, luego merodea, otro día entras y no necesariamente compras nada, otro día compras, etc! y así poco a poco... conquistando cada día, vas a lograr conquistarte un poco más a ti misma!
sólo q... cuidado con las crisis, lo más sensato es sentarse a reflexionar un momento q es lo q verdaderamente quieres para tu vida y luego ir a por él... SUERTE CON EL DESPEGUE!!!!!!
besos,
MC
Para mi es muy dificil hacer las cosas que la gente hace sin problema, es por eso que la gente me suele ver como rara o distante, porque no tienen idea de que para mi es un trauma. Y sí, me perjudica mucho, porque me quedo encerrada las más de las veces, prisionera del miedo a todo que tengo.
Pues...
Has terminado el 2010 con una entrada que trata de explicar y de dar un motivo y razón a tu vida y demonios internos.. eso supongo que está bien..
Pero es como leer cien años de soledad.. donde las cosas pasan porque tienen que pasar.. bueno, te deseo que puedas superar tus problemas y en el futuro ya conciente de ellos puedas seguir adelante con tu vida y saques algo constructivo de ello.. y si sientes que no puedes sola vayas con un especialista qye pueda ayudarte.. a veces no solamente las buenas intenciones sirven.
Eres muy valiente por decir todo esto O.O... pues cuentas con todo mi apoyo para ayudarte a despegar, que este año 2011 sea el año en el que venzas esos temores!
Pues eso de entrar a una tienda y no comprar nada me da más roche, sabes? XD
Aceptas que necesitas un cambio, y sabes que solo podrás afrontarlo de a poquitos, así que... porqué no lo haces? Por ejemplo lo de tomar un curso, puedes ir un día a una clase modelo de un día e ir acompañada.
A mi me encanta probar cosas nuevas, si te da cosa ir o hacer algo, pásame la voz y te acompaño, si se hace en grupo será menos problemático, no crees?
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