Sobre la medicina occidental

Los médicos no pueden curarme, por la sencilla razón que no quieren, porque no les conviene. La medicina occidental está hecha para que cada vez haya mayor cantidad de gente enferma, de preferencia crónica, incurable, pero de cosas que no la maten, o que si la matan, primero se gaste ´muchisísimo dinero tratando de alargarse un poco la vida.

La medicina occidental solo palea sintomas, jamás te cura. No lo hace ni siquiera con un resfriado, que al final, se te cura solo, como ocurriría de todas maneras si esperaras una semana sin tomar absolutamente nada.

La única opción de tratamiento que me da la medicina occidental es tomar pastillas anticonceptivas permanentemente hasta que me venga la menopausia. Qué bonito. Tomar hormonas sintéticas, tóxicas y que elevan el riesgo de cáncer de cuello uterino, de útero y de seno, el riesgo de fallo renal, de paro cardiaco, hipertensión, trombosis y accidente cerebro vascular. Qué bonito, gracias, pero no gracias. Para que cuando tenga 45 años, tenga que regresar para que me den pastillas para el corazón o de plano una buena quimioterapia o una cirugía, fijate que no.
Pero por ejemplo, nadie me cuenta que existen unas cosas llamadas Fitoestrógenos, que están en las espinacas, la coliflor, el brócoli, la col y las alcachofas, y cuando entran al cuerpo de la mujer se comportan como hormona femenina y ayudan a producir más hormona femenina.Nadie lo dice, porque los médicos occidentales no lo saben, porque ellos solo son entrenados para conocer que pastilla darte hasta que te mueras. Y porque las espinacas, la col o el brócoli no pueden patentarse y no su consumo no reporta ingresos millonarios a la industria farmacéutica.
Pues fíjate que, yo hace 3 semanas que reemplacé la lechuga por espinaca, y la como todos los días y maravillas de la vida, sin haberme tomado las pastillas que me dió el doctor, igual me dio la ruler, una ruler normal, no abundante, como la que me dio el mes pasado cuando sí me tomé las pastillas, y que por cierto, me duró como una semana, casi me desangré.
Así que, hoy comí brócoli con arverjitas y huevo duro y voy a comer ensaladita de col con zanahoria rayada; y corazones de alcachofa con chanpiñones, eso es rico... y espero no volver a necesitar de sus horrorosas pastillas nunca más.