Tó mal!

 - Pero vez que es un embole y una pérdida de tiempo esto de vivir separados?

- Shhh! Qué te dije sobre intentar redefinir acuerdos?

- Perooo

- Qué te dije sobre cuestionar decisiones ya tomadas en consenso?

- Lupita!

- Qué te dije sobre abandonarse a la dependencia emocional ???

- Eres mala!

- Mala, mi solecito? Soy lo mejor que te pasó en la vida. Más bien, tú me prometiste algo y no veo que hayas movido un dedo.

- Tú también dijiste que ibas a hacer una cosa y tampoco veo que has hecho nada 

- Okey, es justo. Yo voy ahora mismo a hablar con Daya y tú vas a programar una de tus reuniones de casa comunal para hacer tu anuncio.

-Es realmente necesario?!

- Qué te dije sobre la no afrontación de conflictos?

- Porqué me haces pasar por esto?

- Que te dije sobre salir de tu zona de confort?

🤣🤣🤣🤣😝

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Llegué primero a la casa de Miriam y pensé en saludarla. Ella no pareció muy sorprendida de verme.

- Lucita, querida, qué bueno verte.

- Así nomás, no me vas a preguntar dónde me fuí? Ni porqué he vuelto después del escándalo que hice?

- De qué estás hablando, cariño? Viniste para el año nuevo y te quedaste unos días alojada con Kesh y luego, supongo que regresaste a tu casa con los mexicas o no?

- Rossi no te contó que me la encontré y que pensaba que Kesh se había ido conmigo y yo le aclaré que no?

- Rossi? No me contó que te había visto. Pero no entiendo, si Kesh no se ha ido a ningún lado.

- Cómo de que no?! Rossi me lo dijo! Que me había hecho caso y se había largado de aquí!

- Pero porqué se iría si está es la única casa que conoce y está la mar de bien?

- Miriam! Te conté lo que pasaba con Kesh! A tí y a Quele.

- Cariño, no sé. Pero ve a la casa de Kesh, ahí lo vas a encontrar. 

- Mierda! Ese méndigo me va a escuchar!

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- Kesh?! Qué haces ahí!! No tienes vergüenza?!! Le grité casi tirándole la puerta a golpes 

- Qué pasó Lucita?! 

- Me juraste que te ibas a ir de aquí y buscarías a Emir!!

- Quién es Emir?

- Qué?!! Emir, Kesh! Tu padre!

- De qué hablas Lucita? Mi padre es Ammón.

- Qué te han hecho Kesh?! 

- De qué? Estás rara, Lucita. Pasa, charlemos.

- Te acuerdas qué pasó cuando vine a vivir aquí contigo en año nuevo?

- Yo te pasé a buscar al Anáhuac, me dijiste que no te sentías a gusto porque acababas de romper con Kaan y no te lo querías encontrar, y yo te invité a pasar unos cuantos días en el Rom hasta que te sentiste mejor y te volviste a ir.

-  Kesh, te acuerdas lo que me dijiste esa vez que me fuiste a buscar al Anáhuac?

- Claro, te conté que me habían dado la custodia de las gemelas, estaba tan emocionado que no pude esperar para contarte. 

- Y lo que me contaste después, sobre nosotros?

Solo hizo una mueca de confusión con las cejas. No tenía ni peregrina idea. 

- Maldita Daya, así te mantiene en su poder.

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- Kesh se había ido, Rossi me lo contó, y ahora está de nuevo aquí y no recuerda lo que le conté de Emir y Miriam piensa que jamás se fue y tampoco recuerda lo que le conté de Kesh!!

- Qué caradura eres Lucita de aparecerte de nuevo por aquí y echarme en cara todo lo que tuve que hacer para arreglar tu estropicio!!

- Estropicio es decir la verdad?! 

- Por el amor que te tengo, por haberte criado, voy a dejar que te vayas tal cual. No eres mi verdadera hija, así que puedes irte. Pero Kesh me pertenece y se queda. Te guste o no. 

- No puedes...

- Puedo, y lo hice.

Entendí que yo no podía hacer nada contra eso. Era mejor que me fuera antes que decidiera hacer algo contra mi también.

- Vine por mi gato, Daya. Me enteré que es hijo mío y de Oskar.

- Llévatelo, gatos es lo que nos sobra. Está por aquí, sólo llámalo por su nombre y si él quiere irse contigo se acercará.

- Firat...

- Recordaste su verdadero nombre. Qué tal...

- Firat!

Atrapé a mi hijo gato cuando se acercó lo suficiente y me largué de ahí por pies, aterrada de seguirme quedando, sin más ánimo de volver.