Yo ni sabía sobre el encontrón del Kaan con el Beno en el bar.
Hace muchos días, quizá más de un mes que no habia podido subir más allá de Xibalbá en el onirico, pero por alguna razón, aparecí en mi casa, la que me dio Daya. Me pareció curioso y decidí dar un paseo. Abrí la puerta y señor loboso apareció ahi, con sus ojos color avellana y su maliciosa sonrisa de cachorrote malo.
- Beno, que sorpresa. Pero qué te trae por aquí.
- Supe que te casaste de nuevo. De hecho, de boca de tu esposo.
- Viste a Kaan? Le encontraste algo... raro?
- Ese no es tipo para tí. Es un fantoche. Puedo ayudarte a deshacerte de él. Me dijo que fue recientemente reconocido como hijo de Ah puch, supongo esa fue la razón que te casaron con él.
- No quiero deshacerme de él. De hecho, ya recibí otra oferta más definitiva. Del mismo Ah puch, para acabar con él. Y la he rechazado. Yo amo a Kaan.
- No me lo creo.
- No me importa.
- Vuelvelo a decir después de esto.
Y pues, que se metió a la casa, cerró la puerta, me empujó al cuarto y dos segundos después tenia su inmensa humanidad encima mío. Ni forma de sacárselo ni de pedir auxilio. Lo sentí dentro, lo dejé estar un rato, pero luego me frustré, no quería eso. Me puse a llorar.
- Kaan se va a enterar. Luego querrá vengarse y no hay forma, tú le matarás. No mates a Kaan, por favor, no le hagas daño a Kaan. Yo estaba hecha un mar de lágrimas, pero no pedía por mí, sino por Kaan.
Beno se retiró y me miró. De repente le llegó a su cerebro lo que estaba haciendo.
- Lo amas de verdad. Perdóname.
Me pegó un golpe en la cara y me rompió el vestido. Yo te violé, se lo va a creer, soy un tipo grande y tu una mujer pequeña. Y soy una bestia. Y se fue corriendo y desapareció, dejándome ahi, hecha un lio.
Pero yo no le podía decir eso a Kaan. Si le decía eso lo estaba condenando. Kaan apareció al rato con los ojos como platos, me buscó por toda la casa a los gritos y cuando me encontró me preguntó ¡¿Quién?!.
-Nadie. Yo me dejé. Lo siento cariño, pero soy la hija de la Cihua y está en mis genes. Pero para disimular el estúpido me pegó y me rompió el vestido para que te dijera que me violaron. No fue así. Eres un cachudo de mierda.
Kaan me miró a los ojos. ¿Fue Beno?. Hablé con él ayer. Vino a vengarse de mi, porque estás conmigo y no lo maneja.
-Tu eres el que no maneja que un tipo como ése quiere aún conmigo.
-Un asesino, un criminal. A mi no me da miedo.
Se me cayó el teatro, no lo pude soportar más- Y me colgué de sus brazos llorando.
- Pero a mi sí, Kaan. Déjalo así, déjalo ya. No vale la pena. Una por otra, mi vida. Tu tampoco me dijiste quien te hizo daño a Huitzin y a ti, y yo no pude hacer nada por vengarme. Quédate aquí conmigo, mi amor. No hagas nada. Por mí, si me amas de verdad, no hagas nada.
Y Kaan se acurrucó conmigo a dormir, reconociendo que por cosas como éstas, nunca llegará a ser verdaderamente un hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario