- Qué rica tu cama, Kesh, ya ni me acordabaaa. En serio qué cómodo es todo esto lleno de cojines. Había entrado en su casa y me había escabullido a descansar en su cama, como cuando éramos niños.
- Lucita! Jajajaja 😄. Qué haces aquí?
- Te quería pedir algo, pero primero hacerte una pregunta.
- Soy todo oídos.
- Porqué te quedaste tú con las gemelas hijas de Saúl?
- Por culpa. Yo esa vida era tu hermano mayor adoptivo y tenía que haberte cuidado mejor. Además, te escapaste con Saúl el mismo día que yo te iba a pedir que te cases conmigo. Sentí que esas niñas tenían que haber Sido mis hijas.
- Pero no lo son. Y tampoco mías.
- De qué hablas?
- Kesh, me pasó algo rarísimo. Resulta que tengo una hermana melliza que se me pegó antes de nacer. Y resulta que soy una quimera y esas gemas no son mis hijas, son de ella.
- Ah... Okeeey... No son tus hijas, son tus sobrinas.
- Si, mi Kesh. Y por eso, te tengo que pedir, que me devuelvas esas gemas, para entregárselas a Saúl.
- Qué? Pero no... Si a Saúl ni le importan, son mis hijas, Lucita, yo las he criado un poco ya, no me las quites.
- Cuando creía que eran mis hijas, con todo el cariño te las dejaba, pero si no son mías, mucho menos tuyas.
- No es justo, Lucita. Si me las quitas, entonces me estás debiendo otras dos.
- Yo no puedo tener gemas, Kesh, estoy maldecida.
- Cómo así?
- Kesh, no me entendiste. Ninguna de las gemas que tuve en toda mi vida es mía.
- Ninguna? Entonces, los hijos de Andrek?
- No.
- Benny?
- Tampoco.
- No te creo. Y cuándo lo supiste?
- Hace muy poco en realidad.
- ...Y estás bien?
- Claro que estoy... De la chingada! Obvio, cómo más voy a estar!! Si perdí todos mis hijos, Kesh!. Y me puse a llorar.
- Lo siento tanto, Lucita. Me dijo abrazándome, tratando de consolarme.
- Tráeme las gemas de las gemelas, Kesh, me tengo que ir.
- Ya te las traigo. En serio lo siento.
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