- Entonces yo amo a Saúl y también a Kiki.
- Okeeeey...
- Pero Kiki está casado contigo.
- Así es.
- Pero tú amas a Kaan.
- Totalmente.
- Pero Kaan está casado con Huitzin.
- École.
- Y todos somos hermanos de madre.
- Y, entendiste!
- Pero ¿A quién ama Huitzin?
- A Kaan. Y a mí.
- Tú no amas a Huitzin?
- No, sí. También. A los dos.
- Entonces, porqué yo no puedo amar a Saúl y a Kiki a la vez?
- Es que es diferente, y mucho más complicado. Saúl ya te dije, se casó con Julia, la cheetara holandesa, y lamentablemente también se olvidó de tí y de tus hijos.
- Entonces, no amo a Saúl.
- Okey, genial. Entonces, se simplifica, ves? Ya sólo tenemos que concentrarnos en que nos separen y entonces cada una podrá hacer su vida.
- No quiero que me separen de tí.
- Si lo entiendo querida, a mí también me da muchísimo miedo. Y ni veas como están los demás de traumados, lloran, les da la ansiedad.
- No me entiendes, Lucita. No me quiero alejar de tí, aún cuando nos separen.
- Qué dices, corazón? Bueno, nosotras siempre vamos a ser hermanas, por supuesto que seguiremos cerca.
- No, Lucita, yo quiero estar contigo y Kiki, como tú estás con Kaan y Huitzin.
- Hay no, Pocahontas, cariño, no me hagas esos problemas! Eso ya es demasiada gente!!!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario