- Y esto, mi colibrí, es lo que me gané en el acuerdo de divorcio. La casa de Kiki y los terrenos.
- No fué mal negocio.
- Vamos a ver cómo lo dejó por adentro.
Pues, estaba todo impecable. Tal cómo lo recordaba. No había sido mucho tiempo que viví ahí con él, pero así soy yo de tonta.
- Un poco si lo querías, verdad?
- Me mintió, Huitz. Me mintió siempre, desde que llegó todo lo que dijo fue una sarta de mentiras. Y yo pensaba que era casi un santo.
- Valiente santo.
- Debieron haberme dicho antes.
- Justamente, no nos lo habrías creído.
- Bueno, por acá está todo bien. Hay que ver los pollos.
- Pollos? Dónde es eso?
- Por atrás, en el patio.
Después del Pollezno, a Kiki le dió por traer un par de gallinas más y lo agarró de hobby. Hace dos años que no veía esa parte de la casa, pero no pensé que había sido para tanto.
- No manches!
- Esto es una granja, Luz!
- Hay como doscientos pollos aquí.
- Más!!
- Ni de madres voy a hacerme cargo de esto.
- Y qué vas a hacer?
- Soltarlos. Sed libres, pollos, au revoir!!
Ninguno se movió un ápice.
- Tercos, como su dueño.
- Entonces?
- Pollito con papas? 😀 Ni modo, mi Huitz, ya me los enyucó.
- Pues, casa, terrenos y ganado. Ya pareces la Dueña.
- 🤣 🤣 🤣. En realidad ni me lo voy a quedar, va a ser para Pon, cuando nos separen.
- Qué Pon! Esto es tuyo, Luz, no le des nada en bandeja a esa bruja!
- Qué fue con la sororidad?! Pensé que tú serías más comprensiva con Pocahontas, ya que su situación es parecida a la tuya.
- Esa perra te quería convencer de dejarnos y volver con Quicré. No le des ni un nabo partido por la mitad.
- Que se vaya al Mapu con Kiki entonces con una mano delante y la otra atrás, jajaja 🤣 🤣 😅.
No hay comentarios:
Publicar un comentario