- Te encontré! No estaba seguro de dónde encontrarte, pero la última vez que te vi en el Anáhuac vivías aquí.
- Kesh!!! Jajajaja, de casualidad que estaba aquí, en la casa de mi ex- esposo. Qué te parece, el mejor de mis divorcios, me quedé con la casa, los terrenos y el ganado 🤣🤣😝
- Te divorciaste de Quicré?! Y lo dijo con una alegría tan sincera, que lo pensó luego un segundo y trató de disimular. Digo, estás bien?
- Mejor que bien, Kesh. Una lacra menos.
- Genial!.
- Pero tú a qué viniste?
- A contarte! Las gané, me las adjudicaron Citlali y Quetzali son mis hijas.
- Me alegro tanto por tí!!! Era lo justo, Kesh, tú eres su papá, de todas maneras.
- Sí, estoy tan feliz, no pude esperar para decirte.
- Qué bueno, Kesh.
- Lucita, si ya te divorciaste, entonces, porqué no regresas a casa?
- Estoy en casa, Kesh. Soy mexica, estoy con los mexicas.
- Tú, eres gitana. Siempre fuiste gitana.
- Todavía no terminé aquí. Está lo de Pocahontas, pero básicamente...
- Por quién te estás quedando?
- Por Kaan.
- Kaan? Ese ex marido tuyo acaso no está casado ya?
- No es tan fácil. Todavía lo amo. Pero no sé. No sé, Kesh. Y me derrumbé a llorar.
- Yo lo que veo, es que estás sufriendo. Y quedarte a sufrir por las migajas del amor de un hombre casado, no es vida para tí.
- No tengo más a dónde ir.
- Regresa con tu madre, y los gitanos.
- No tengo a nadie ahí tampoco.
- Cómo no? Me tienes a mí.
- Eres tan dulce, Kesh. Gracias por intentar subirme el ánimo.
- Te estoy hablando en serio, Lucita. Yo siempre te quise.
- De qué estás hablando Kesh? Yo nunca te gusté! No soy tu tipo.
- Eso pensaste todo el tiempo?! Si eres tú la que nunca me diste chance!
- Pero si todos los lobos decían que tenías una novia secreta, una rubia, una azul!, que eras como tú hermano Nash, persiguiendo siempre a las azules.
- Te constó alguna vez eso?
- No, pero, era plausible.
- Alguien soltó ese rumor y yo los dejé así, porque no me veían en serio con ninguna y ya algunos comenzaban a decir que era gay.
- Sí, me acuerdo de algo así, o que eras gay o que tenías una novia secreta azul.
- Pues no, ninguna de las dos.
- Pero, cuando me iban a traspasar de Kaan, tú le esquivaste el bulto a Daya y trajiste a Numal. Eso me dejó bastante claro que ni por hacerme un favor querías nada conmigo.
- Perdóname, Lucita. En ese entonces estabas tan colgada con Kaan, que si hubiera aceptado ese encargo, el cabeza de turco hubiera sido yo.
- Ahí está. Es que eres turco. Con Numal me fue pésimo. Más que pésimo.
- Yo no soy Numal. Y a mí no me criaron los turcos. Yo soy gitano, Lucita, como tú.
- Kesh... No sé si creerte, es que tú nunca, demostraste que sintieras algo por mi...
- Nada por tí!!, por supuesto, es que uno se pasa más de la mitad de sus vidas cuidando de esta mujer, y ella no entiende que le importas. Me pongo a criar las hijas de esta mujer, y ella no entiende que le importas. Quien más de los gitanos viene a verte, a preguntar que te ha pasado, a darte un abrazo, a consolarte. Pero ella no termina de entender, que le importas. Te pasaste la vida ensimismada, yendo detrás de... quien sea, que nunca viste que yo estaba ahí.
- Nunca lo había pensado así.
- Entonces, piénsalo así a partir de ahora. Sólo, piénsalo. Ya sabes dónde estoy. Tú te mereces mucho más que migajas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario