Tú eres mi mamá.

 - Benjen, tenía que hablar contigo.

- Mamá, qué pasó? Entra a la casa, ahorita no está Itzmin. 

- No creo que nadie te lo haya contado, sino no me hubieras saludado así.

- Así cómo?

- Así... Mamá.

- ¿...? 

- Cómo decirlo? Benny, no soy tu mamá.

- Cómo? ... Jajajaja, es chiste?

- Mi vida, lo siento tanto. Te juro que yo tampoco lo sabía.

- No me vengas con eso, de qué me estás hablando?!

- Ben, no soy tu mamá, porque me he enterado que yo no puedo tener hijos. Espera, no pongas esa cara. Te explico, pasa que soy una quimera, como eran tus tíos Kaan y Huitzin, y hay una hermana mía, dentro de mi...

- Qué?!!...

- Que ella es tu verdadera mamá. Eso explica que tú eres sol, mi amor, tu mamá, es hija de Chicamac, igual que tú padre. Pero mexica eres, eso no cambia, solo que no eres hijo mío. 

- No. Tú eres mi mamá. Daya siempre me dijo que tú eras mi mamá.

- Benny, no es tan malo, yo no te crié, cuánto tiempo nos conocemos, tal vez diez años, no es nada.

- NADA!! Para tí habrán sido 10 años. A mí Daya me dijo que era hijo tuyo desde que recuerdo! Yo te quería. Yo esperé por tí. Y Daya me dijo, que te había quitado tus recuerdos porque te hacían daño y por eso no sabías de mí, pero que cuando fuera el momento, me podría presentar ante ti y conocerte y entonces volverías a ser mi madre.

- Perdóname, Ben.

- No lo sientes, no te acuerdas. Pero yo te busqué, y te veía de lejos. Y luego Daya me dijo que éramos mexicas, y yo quise aprender, y nacer ahí, para estar listo. Recuerdas cuando me conociste? Yo te llevé una réplica pequeña del calendario azteca, hecha de estrellitas, y te recité un poema en náhuatl, había repasado cómo iba a ser ese día en mi cabeza muchas veces, era mi ilusión conocerte. Y ahora tú me dices, que no eres mi mamá!!

- No lo sabía, mi amor, lo siento tanto.

- Mi papá vagamente me recuerda, y no me tiene cariño, porque Chac Bolay hizo que olvidara el amor que sentía por tí.

- Por mí no. Por mi hermana Pocahontas, que está dentro de mi. Ambos son hijos de Chicamac, por eso se buscaban.

- Quién demonios sea! El no me quiere y ahora tú tampoco.

- NO DIJE ESO!!! Te tenía que decir para que sepas de dónde vienes. 

- Está bien. Pero no me digas que no cambia nada, que no importa. Tú eres mi madre,  por la que yo esperé.

- Perdóname mi niño hermoso, no debí decir eso. Yo soy tu mamá. Para lo que quieras, mientras tú lo quieras, yo soy tu mamá. 

Rodié a Benjen entre mis brazos, como a un niño pequeño, y lloramos. Pensé fugazmente en Jacob, ¿Andrek también le habría dicho lo mismo, que yo era su madre y que algún día me conocería y estaríamos todos juntos? Cómo habrá reaccionado cuando le dijeron la verdad. Ni siquiera me dejaron hablar con él. Si no podía hablar con Andrek, al menos tenían que haberme dejado hablar con Jacob. Se lo debía. 

- Es él mi bebé? Preguntó Pon en mi cabeza. Dejame hablarle, bajarías un rato por mí?

- Ben, ella me está preguntando si puede hablar contigo.

- Puede hacer eso?

- Sí, hay una forma en que puedo canalizarla y que hable a través de mi. Quieres conversar con ella, es tu madre.

Benjen estrechó la mirada con un mohín de disgusto.

- Definitivamente, no.

- Ya lo oíste, dice que te largues, Pon.

Y me quedé ahí tranquila, abrazando a mi hijo.