Me acerqué a Kesh juguetonamente, dándole pequeños besitos en la cara.
- Amor, porqué hasta ahora no hemos ido a ver a mamá? Hace varios días que vinimos.
- Psé ...
- Qué pasa? Pensé que sería de las primeras cosas que haríamos.
- Quieres ir?
- Obvio! Tú porque no quieres ir?
El se revolvió incómodo y empezó a rascarse la cabeza de nervios. Suspiró, queriendo ensayar una respuesta.
- Tienes miedo,Kesh? Temes que va a retarte... Por estar conmigo? Mírame.
- No le va a gustar.
- Ella misma no te propuso una vez que te cases conmigo?
- Era diferente, era un trámite, un matrimonio falso.
- Tal vez no es como piensas y se lo toma bien. Tal vez se ponga contenta por nosotros.
El negaba con la cabeza.
- Y sí no le gusta qué tiene? No eres un niño Kesh, no porque es tu madre le tienes que hacer caso en todo. Vamos a verla y salgamos de eso.
- Lucita... Kesh me besó, manteniendo el beso me abrazó por la cintura, me levantó del piso y me volvió a dejar en mi lugar. Está bien, vamos.
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- No no no no no no no. Lo siento pero no. Sí me lo vinieron a contar, pero pensé que eran chismes. Que dejaste los mexicas, genial! Que vivías con Kesh, y bueno, tu casa necesita reparación, cómo no te iba a alojar Kesh, siempre ha sido bueno contigo. Que los vieron bailando en nochevieja, lo justo! Todos nos estábamos divirtiendo! Que estaban tomados de la mano, a ver, qué se han criado juntos. Hice de todo por no pensarlo mal!!! Pero obvio que lo pensé mal y tuve la razón!
- Pero yo la amo, mamá, no está bien eso?
- Mi amor, claro que la amas, eso lo sé bien. Tú no eres el problema.
- Yo soy el problema?
- Lucita, mi alma, cógete a cualquier otro. Te doy el que quieras, te consigo el que quieras.
- Quiero a Kesh.
- A Kesh no.
- Pero si me lo ibas a dar una vez, antes de casarme con Numal.
- Porque era un evento con un final programado, para que vea cómo eres de cerca, y se le pasara su persistente tontería por tí!
- No soy suficiente para tu hijito!
- Tú eres más que suficiente, pero Kesh no es para tí. Él es... inocente.
- Y yo soy una forajida. Y lo dice la señora que me crió con su buen ejemplo!
- Me estás faltando el respeto!
- Respeto es el que no tienes, ni por tus propios hijos!!
Daya calló y aventuró una mirada inquisitiva. Kesh se quedó confundido.
- De qué estás hablando Lucita?, preguntó Kesh.
- Amor porqué no sales un rato a dar la vuelta, mi mamá y yo tenemos que hablar en privado. Ve, pasea por el jardín.
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- Qué es lo que tú sabes?
- Sé, de saber algunas cosas sé. Y como eres mi madre nunca te eché en cara ninguna, porque no es mi asunto. Pero Kesh es mi asunto. Y yo pensaba que tus cochinadas con el Antonio eran la primera vez, pero luego vino Nash y me contó quién era el verdadero padre de Kesh. Y así tienes cara de decirme, mi inocente y puro niño de luz no puede estar con una rufiana como tú.
- Se lo contaste a Kesh?
- Si vas a seguir insistiendo en oponerte, va a ser que sí se lo voy a contar.
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- Vamos, Kesh.
- Pero en qué quedó?
- Nada, hablamos civilizadamente y nos entendimos mi amor. Mi mamá está contenta de que estemos juntos y nos desea que seamos felices.
- De verdad?!
- Sí!! ☺️
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