Jay llegó a nuestra casa, apenas me vió me abrazó.
- Ya estoy aquí, mi amor, qué te pasó?
Me abracé a él un rato, tratando de parecer calmada.
- Estaré bien, Sunshine.
- Te olvidas que ahora tengo un lazo y te puedo leer como a un libro.
- Te haré daño. Será mejor cortarlo entonces.
- Qué dices? No!
- Dijiste que te preocupaste y no te dejé trabajar.
- Y no me importa. Si tú estás mal, quiero saber porqué. Quiero entender, para poder ayudar.
- No necesitas hacer eso. El lazo fue mala idea, no sirve para nada.
- Déjalo ahí. Sabes? En esta vida muggle yo tuve una prometida. Nos íbamos a casar y yo quise estar mejor. Le pedí que me ayude a dejar la cocaína.
- Una rubia hermosa, sí se cual es.
- Y sabes entonces que a ella le pareció mucho trabajo y mejor me abandonó?
- Qué puta. Yo te hubiera ayudado.
- Claro que sé que tú si me habrías ayudado. Es el peor sentimiento, cuando la persona en la que más confías y piensas que te ama, simplemente se larga. Cómo las madres de mis bebés, que se les hizo fácil abandonarlos sin mirar atrás.
- Eso fue cruel, y te pasó dos veces. Pero ahora ellos son mis bebés también y nunca les faltará cariño.
- Porque tú eres así, Lupita. Tú amas, cuidas y proteges. Aceptas, ayudas y perdonas. Así es como te han descrito todas las personas a las que pregunté por tí. Así es como te ven los demás, no lo que tú te imaginas.
- Yo no soy buena persona, Jay.
- Sí me lo advirtieron, tu padre y nuestros hermanos. Que no iba a ser fácil tratar contigo. Y yo solía ser un tonto, irresponsable y despreocupado.
- Ves cómo te estoy arruinando?
- Me das algo que vale la pena por lo que luchar. Yo te amo, y no te dejaré sola. Voy a dedicar mi vida a cuidar de tí, buscaré la ayuda que sea necesaria, pero ese caos y ese dolor que tienes, se van a terminar.
- Nunca se van a terminar, Jay. No tengo remedio.
- Te entiendo, mi vida, que pienses eso. Fuiste separada de tu verdadera familia. La mujer que te tuvo en su poder lejos de cuidarte, te hizo daño. Te robó tu infancia, tu dignidad y tu autoestima. Perdiste de la forma más traumática a tu primer amor. Te pasaste toda la vida sin saber lo que era sentir una conexión íntima con alguien, sin conocer el amor. El que iba a ser tu mellizo, tu complemento, se arruinó. Y conectada a tu mente, desde que naciste, estaba una arpía malvada, que te machacaba con pensamientos autodestructivos para quebrarte y anularte, para tomar control de tí. Que se aprovechó de tu dolor y nunca permitió que lo olvidaras. Claro que piensas que no tiene arreglo, es casi un milagro que sigas con vida.
- No, no no no. No me gustó escuchar todo eso junto y entré en shock. Nada me pasó. Nada de eso pasó. Yo tuve una infancia feliz. Tenía un papá y una mamá que se amaban y me amaban. Mis hermanos me aman. Tengo amigas que me quieren muchísimo. Tuve una buena casa, una buena educación, un buen trabajo y nunca me faltó nada.
- Esa es tu última vida muggle, Lupita. Pero tú sabes bien que tu dolor no viene de tu última vida. Que tu dolor es real, es antiguo y es insoportable.
Yo perdí la razón, ya no quise escuchar más, solo me fui contra Jay, trate de pegarle con los puños, pero obviamente el me detuvo.
- Tú ni tan siquiera existes!!! No eres real! Hablo contigo porque estoy loca! Estoy triste y llena de caos porque nací con un defecto en el cerebro. No existes, nadie me quiere, estoy sola. Me calmé, me hice bollito y lloré en silencio.
- Si soy tu fantasía, puedo ser tu príncipe, o no? Nos casaremos el sábado y será una hermosa fiesta, serás la novia más bella, viviremos en un palacio, y seremos felices para siempre. Yo te amaré muchísimo,te cuidaré, te diré cosas hermosas, cantaré para tí, bailaré contigo, y te haré el amor todas las noches. Nunca sufrirás de nuevo. No quieres eso?
- No. Así no funcionan las cosas en esta fantasía infernal. Lo único que sé de cierto Jay, es que el dolor es real, y no termina.
- Lupita... Al menos ya sabemos la causa, y no vas a estar sola. Yo sé que en el fondo tú si crees que el astral existe y que yo soy real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario