Jolene

 - Otra vez en crisis mental, mi amor. Quién demonios es Jolene?!

- Tu melliza. No tiene nombre, así que le puse uno.

- Y porqué ése?

- Por la canción de Dolly Parton.

- Jolene, I'm beggin' of you, please don't take my man...?

No le respondí, solo lo miré con tristeza. Conteniéndome de llorar, sin conseguirlo del todo.

- Así te pusiste la otra vez, cuando creías que mi melliza estaba en Kowatha y que cuando los separaran ella vendría por mí a separarnos.

- Ahora es peor. Ya sabemos que no está en él, sino en tí mismo.

- Cómo voy a vivir así, sabiendo lo mucho que te atormenta? Que mientras esté viva esa criatura no vas a poder estar del todo tranquila y feliz?

- No te he dicho nada. No me estoy quejando 

- Pero tengo un lazo contigo y siento tu angustia, tu desesperanza, como una espada colgando sobre tí. Cómo piensas que me siento yo ahora?

- Me acostumbraré...

- No. Tú nunca vas a estar segura de mi amor por tí hasta que esa... Cosa desaparezca. Porqué no es una persona siquiera.

- Podría serlo, si tú quisieras...

- Pero no quiero.

- No deberías precipitarte.

- No siento nada por esa criatura. La única razón por la que quería conservarla un poco más era para no perder mi voz. Pero pensándolo bien, no me vale la pena. Si tengo que escoger entre ése parásito que solo me ha traído malestar y vergüenza, y la paz mental de la mujer que amo con la que me quiero quedar toda la vida, no hay duda. Hay que destruir esa cosa, no importa, la gente se acostumbrará, no sería el primer cantante que cambia drásticamente de voz.

- No lo hagas por mí...

- Por tí y por mí. Detesto a ese bicho. Ahora entiendo muchas cosas, y quiero cortarlas de raíz.

- Amor, no tienes que perder tu voz. Hay una forma... Podrían sacarle el nido y algunos pedazos, y dejar un resto que se absorberá solo, así conservarías tu voz como está el resto de ésta vida.

-.... Genial. Hagamos eso. Ahora mismo.

- Estás seguro, Sunshine?

- Nunca he estado más seguro de algo, salvo cuando me casé contigo.