- Algo se tendrá que poder hacer?! ( En mi cabeza, Pon aterrada a los gritos repetía, No dejes que me maté, no quiero morir)
- Es demasiado tarde ya.
- Qué dice?! Pero usted separó a mis hermanos Kaan y Huitzin exitosamente! Y ellos son mayores que yo.
- Yo estuve tratando el caso de tus hermanos mayores desde hace muchos años. Toci me los trajo cuando eran niños pequeños, o mejor dicho, me trajo a Kaan. No es que los intervine una vez y se logró. Yo los intervine varias veces durante su vida, preparándolos de a pocos. Hasta que juzgué que estaban listos para soportar ambos la intervención final. Y aún con tantos cuidados, fue riesgoso y un milagro.
- No puede prepararnos ahora, aunque seamos adultas, aunque tomé el tiempo que tenga que tomar?
- A su edad ya no hay caso. Y tampoco podrías intentar. Si le das mucho tiempo, ella terminaría por apoderarse de tí. Es como un cáncer, para salvarte hay que extirparla, si se puede ahora mismo.
- No quiero matarla.
- No estará muerta. No del todo. Aquí tengo un sitio para ella.
- Qué sitio es ése?
- Te llevaré para que lo veas. Allí conocerás a Xolotl. El te dirá lo que necesitas. Incluso podrás venir a verla.
Pon me rompía el corazón con sus gritos. No quiero ir allá, no me dejes allá.
El Quetzal se me acercó y me extendió la mano, como un caballero.
- Acompáñame. Ah Puch, me llevaré a Coatlaxopeuh al Xolotlcan un momento.
Salimos hacia la parte de atrás, entonces atravesamos unas cuevas y luego bajamos en espiral, se filtraba luz de nuevo y estábamos en una selva, había animales de todo tipo, animales casi perfectamente normales, excepto por su mirada.
Seguimos adentrándonos, el clima ahí era agradable, los animales convivían entre ellos sin atacarse. Se me deslizó la idea del paraíso terrenal.
- Te presento a Xolotl. Este es su reino, el Xolotlcan.
Era un perro xoloitzcuintle, gigante, precioso. Su piel lisa brillaba, con un penacho blanco por único pelo sobre su cabeza.
- Bienvenidas, mis niñas. Saludó Xolotl directamente a mi cabeza, tal como me hablaba Pon.
- Tú eres el mellizo del primer Quetzalcóatl?
- Lo soy. Quetzalcóatl podía hablar conmigo y construyó este lugar para mí. No le guardo rencor por haberme dejado. Vivo bien aquí, y con el tiempo, tuve compañía. Aquí vienen todos los mellizos que no pueden estar en ningún otro lugar.
- Por favor Xolotl, yo no quiero quedarme aquí, quiero vivir de verdad! Le dijo Pocahontas
- Aquí vivimos y no está tan mal. Yo cuido de todos y los trato bien. Tú eres un ave, hay aves aquí, son amables, serán tus amigas.
- Nooo!! Lucita no me dejes aquí, no quiero ser un animal. Quiero ser una persona y estar con Quicré!!
- Tú conociste a Kaan y Huitzin? interrumpí
- Los conocí. Kaan luchó mucho por ella, estaba convencido de que no la dejaría aquí.
- Y lo logró. Huitzin ya encarna sola.
- Ella es nuestra estrella. Todos saben de su milagro en el Xolotlcan.
-Estás lista ya Coatlaxopeuh? Debemos regresar, preguntó el Quetzal.
- En verdad no hay ninguna otra solución para ella?
- Ninguna, lo siento.
- Entonces, al mal paso darle prisa. Hagámoslo ahora, antes de que me arrepienta.
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