Otis y Troy

 - No te hagas menso, trajiste una marmota.

- Se llama Troy ☺️

- Ahora qué? Se la habías regalado a los hijos de Sioni y la botaron? Espera, trae de una vez el bicho que le diste a los hijos de Yehwé!

- Por favor 🙏, no me botes a Troy y a Otis. Ni a mí...

- No me vas a llenar de animales la casa, Jay. 

- Es el último, te juro que ya no tengo más.

- Y qué haces si te digo que no?

Ante mi asombro, Jay dejó caer una lágrima y luego otra.

- Sunny (es la chapa que le puse porque siempre está feliz), estás llorando?

Y cuando lo dije, efectivamente, se puso a llorar.

- A ver, ni siquiera son mascotas, son animales silvestres, deberías dejarlos dónde los recogiste.

- No los recogí de ningún lado. 

- Me preocupa, tú nunca lloras. No son tus mascotas, verdad?

- No.

- Son tus hermanos?

- No.

- ¡...! Son tus hijos, Jay?

Él siguió llorando.

- Sunny, me hubieras dicho. Está bien, se pueden quedar, incluso dentro de la casa, si quieres. 

- No te sorprende?

- Bueno, mi amiga me contó que eso pasa a veces, cuando eres muy joven y todavía no estás del todo maduro para tener gemas, tienes esa clase de "familiares". Con razón aceptaste tan fácilmente que mi hermano mellizo es una serpiente y quisiste ir a visitarlo y tratarlo como pariente, a pesar que es un animal.

- No son animales!. No del todo. Son muy listos, entienden todo lo que les dices, hacen gestos de emociones. Si les enseñas aprenden formas de comunicarse. ¡...! Tu crees que si los lleváramos a Xolotlcan podrían hablar?

- Cariño, no lo sé. Pero Xolotlcan es para gemelos parásitos, no creo que reciban toda clase de animales familiares. 

- Pasa algo más. 

- Qué cosa, Jay?

- Tú lo dijiste, a veces pasa, cuando eres demasiado joven. Pero Otis y Troy no tienen tanta edad. Otis tiene 7 años, Troy tiene 5. 

- ¡...! Eso no está bien! Tú tienes 30 años, ya eras adulto cuando los tuviste. 

- A eso me refiero, no estoy bien. La madre de Otis es Cayuga, lo tuvo y lo abandonó, dijo que era un monstruo. No supe más de ella. Pensé, puede haber sido tanto mi culpa como de ella. La madre de Troy es Seneca, y cuando pasó de nuevo ya lo supe de cierto que el problema era yo. Lo abandonó también. Yo no sabía que hacer, los hice pasar por mis mascotas y se los di a mis sobrinos, pero siempre los he estado cuidando. 

- Por eso estabas tan bien con el hecho de que no puedo tener hijos, verdad?

- No sé que tengo. No soy normal. 

- Pero tus hermanas saben que son tus hijos?

- Nadie sabe nada. Eres la primera persona que se lo digo. 

- Ni siquiera se lo dijiste a la Cihua? ... O a Nessasee?

Jay seguía llorando y negó con la cabeza.

- Jamás escuché que pasara una cosa como esa. Pero no es tu culpa, mi amor. No eres un monstruo y tus hijos no son monstruos. Vamos a buscar una cura y lo vamos a solucionar.

- Finalmente me dijiste mi amor. 😢 Tenía que estar roto y hecho mierda para eso, verdad? Feliz no te sirvo.

- No, Sunny. Porqué feliz te aburrías de mi en seis meses y te ibas de vuelta a tu casa a buscarte una chica menos complicada.

- Entonces para qué quieres buscarme una cura?

- Porqué eso es lo que yo hago. Busco que sean felices, aunque no sea conmigo.